El hecho ocurrió el miércoles alrededor de las 14 cuando la empresa contratista del gobierno porteño en los trabajos de demolición de viviendas en el marco del Plan de Urbanización, procedió a tirar abajo una losa -dentro del plan previsto- y terminó provocando el derrumbe de otra losa lindera con lo que afectó una vivienda habitada por casi 30 familias.
En tanto, voceros del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño informaron a Télam que el miercoles pasado,"mientras efectuaban tareas de mejoramiento de viviendas correspondiente a una de las casas frentistas al nuevo sector bajo autopista destinado a la creación de un parque público, un Centro Comunitario y un Destacamento Policial, parte de una losa cayó y rompió la pared de un local ubicado al lado de la casa".
Precisaron que la policía y la fiscalía "ordenaron por precaución, el desalojo de las casas linderas que podrían presentar algún riesgo” de derrumbe. Pero en un momento "se visualizó una gran cantidad de humo que salía de una de las viviendas por un incendio debido que habría sido generado por un cortocircuito de un aire acondicionado y los bomberos apagaron el fuego".
Explicaron también que a los vecinos y las vecinas damnificadas "se les ofreció pasar la noche en un hotel o en los Centros de Inclusión Social" y que además “se los asiste con almuerzo, cena y desayuno, y elementos de higiene”.
"La empresa se manejó de mala manera. Hubo negligencia porque empezaron a demoler con la gente al lado. No avisaron que lo iban a hacer. Les avisaron recién ante el peligro inminente y las familias salieron con lo puesto", relató la referente del barrio Silvana Oliveira.
Algunas de las personas afectadas fueron trasladadas a hoteles por el gobierno porteño, pero todavía muchas familias, con varios niños y niñas y mujeres embarazadas, siguen esperando hace dos días una solución debajo de la autopista Illia "con lo puesto" porque sus pertenencias quedaron en las casas a las que no pudieron volver a entrar, según dio a conocer.
Las familias pasaron la noche del miércoles en paradores destinados a personas en situación de calle en el barrio de Lugano, pero regresaron al día siguiente para estar con sus mascotas y cuidar sus pertenencias.