Con un llanto desconsolado, el senador transmitió una declaración en la que llamó a "tender puentes" y lograr "consensos" entre oficialismo y oposición. El legislador tiene Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), enfermedad que le dificulta el habla y la movilidad.
Cuando Bullrich terminó de transmitir su decisión, sorpresivamente, el jefe de bloque del Frente de Todos, José Mayans, presentó una propuesta para que se permita al senador del PRO continuar ejerciendo su función como legislador de manera remota, algo que fue apoyado por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Tras meditar unos instantes, Bullrich agradeció la propuesta pero ratificó su posición con el argumento de que fue una decisión "muy meditada" junto a su familia.
Con un llanto desconsolado, el senador transmitió una declaración en la que llamó a "tender puentes" y lograr "consensos" entre oficialismo y oposición a través de una voz en off que activó con ayuda de su esposa María Eugenia y los senadores Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri.
Previamente, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner comunicó la necesidad de apartarse del reglamento para permitir al senador de PRO expresarse mediante un sistema tecnológico no habilitado por el reglamento del Senado, debido a las dificultades en el habla que padece Bullrich.
En ese lapso, la vicepresidenta olvidó el izamiento de la bandera y al percatarse de ello admitió que se había puesto "muy nerviosa" por ver al senador Bullrich, que ya desde su banca y con dificultad de movilidad le había pedido la palabra para formalizar su renuncia.
Fernández de Kirchner también informó que el oficialismo había aceptado el tratamiento sobre tablas de un proyecto de educación inclusiva de autoría del legislador de Cambiemos.
"Voy a seguir buscando un mejor país para mis hijos. Renuncio a mi banca con mucha tristeza y mi última actividad es este proyecto de educación inclusiva que busca igualar oportunidades e intenta dejar de lado vanidades para buscar consenso", fueron algunas de las palabras del senador en su despedida.
El legislador comenzó su carta de despedida afirmando que "hace casi 20 años ejerce la política e intenta ser fiel a si mismo y no mentirse".
Parte de ese proceso, explicó mediante una voz masculina en off, "es aceptar la realidad con profunda humildad".
"Con todo el dolor del mundo y la frustración de no tener alternativa, quiero anunciar mi renuncia al cargo de senador de la provincia de Buenos Aires. Ser parte ha sido uno de los honores más grandes de mi vida", expresó.
"La realidad me impone esta decisión y la ELA me ha enseñado, fundamentalmente a aceptar la realidad".
Ante un Senado conmovido que escuchaba en silencio, Bullrich pidió además a sus pares "no bajar los brazos" en la búsqueda de consensos y afirmó que los adversarios "nunca son enemigos".
Tras enumerar algunas de las dificultades con las que se enfrenta el país, el senador declaró que todos los gobiernos "son culpables" de la crisis que afecta Argentina y sostuvo que "es mucho más lo que nos une que lo que nos divide".
"Somos culpables los políticos todos, hemos sido culpables de gobernar con tapones en los oídos nosotros también. Nadie tiene más tiempo para eso", concluyó el senador visiblemente emocionado, que rompió en llanto en varios tramos de la alocución.
Bullrich fue despedido con un cerrado aplauso de pie por todos los senadores presentes en el recinto, y rodeado de sus siete hijos, algunos de los cuales también sollozaban en el hemiciclo del Senado.
En el momento de la lectura de su declaración, varias senadoras también rompieron en llanto como la tucumana Silvia Elías de Pérez, Gladys González y Tagliaferri, a quien la une una amistad con Bullrich.