Con un clima emotivo que estuvo marcado por el duelo nacional en homenaje a los muertos por coronavirus pero también con la esperanza de la llegada de una nueva etapa gracias a la vacunación masiva, se celebró el aniversario de la megamuestra de Martelli.
A diez años de la inauguración de Tecnópolis, el ministro de Cultura, Tristán Bauer, recordó que la creación de esa mega muestra fue una "apuesta al futuro de la ciencia y la tecnología" y aseguró que la tarea es "reconstruir" después de "la situación de tierra arrasada", mientras que el Jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, señaló que Tecnópolis es "testimonio de la Argentina" y "del futuro" que se viene.
Con un clima emotivo que estuvo marcado por el duelo nacional en homenaje a los muertos por coronavirus pero también con la esperanza de la llegada de una nueva etapa gracias a la vacunación masiva, esta tarde se celebraron los 10 años de Tecnópolis, un hito por las dimensiones de su propuesta y por la impronta de su misión: despertar vocaciones, divulgar ciencia, ampliar derechos y compartir cultura.
"Cuando llegamos empezamos una tarea de reconstrucción del Estado, de sus herramientas, y así fue que recuperamos el Ministerio de Tecnología, el de Cultura, y volvimos a poner a la cultura en el centro, como una instancia de desafío y legado, no como entretenimiento", sostuvo el jefe de ministros, Santiago Cafiero, al cierre del acto en el predio de Villa Martelli.
En esa línea, el titular de Cultura, Tristán Bauer, señaló: "Después de la tierra arrasada que nos dejó el macrismo, estamos nuevamente en un momento de reconstrucción. Asumimos hoy ese compromiso de los primeros días, de dar lo mejor de nosotros, para avanzar en las ideas de la justicia social, independencia, soberanía y construir una Argentina más justa”.
Participaron del acto realizado en el auditorio de Cultura, entre otros, los ministros de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza; Seguridad, Sabina Frederic; y Educación, Nicolás Trotta; el canciller Felipe Solá; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco; el asesor presidencial y antropólogo, Alejandro Grimson, y el director del Instituto Nacional de Educación Técnica, Diego Golombek.
Golombek dijo que "la ciencia no es ciencia hasta que se comunica, se cuenta", una consigna que funciona como síntesis del tono del aniversario de Tecnópolis, porque desde su inicios esta mega muestra fue la culminación de un tiempo histórico (se creó en el Bicentenario), una política pública que buscó plantar "soberanía", como se destacó el investigador.
"La ciencia se puede contar de dos maneras: profesionalmente en papers, congresos y tesis, que es como lo hacemos quienes con ella nos ganamos la vida. Pero no alcanza, también hay que contarla para aquellos a quienes nos debemos, al pueblo, la gente", argumentó el científico, para quien la creación de Tecnópolis significó un cambio en esa forma de contar lo que se hace desde la comunidad científica.
Golombek destacó la convocatoria del Estado en aquel momento con los científicos: "que pudiera ser un éxito un acuario o un parque de dinosaurios, uno se lo imagina, pero que sea un éxito un predio ferial con una muestra de física, química y matemática, uno no se lo imagina", dijo y celebró que la "ciencia es de todos y para todos, una arma cargada de futuro".
En esa misma sintonía se expresó Salvarezza, quien dijo que Tecnópolis es "el lugar" que "permite -a las comunidades científicas- dialogar con los ciudadanos" y la definió como "la síntesis de esta apuesta de cultura, ciencia y tecnología que enmarca el desafío de nuestro país".
En esos diálogos al servicio de la ciudadanía de los que habla Salvarezza es cuando se puede prender una pequeña mecha: una de las premisas que sobrevoló el acto fue la posibilidad de imaginar y despertar vocaciones. Así lo manifestó el músico León Gieco en un mensaje grabado, destacando que Tecnópolis es un "espacio abierto e inclusivo" para "crecer libres y ser más creativos".
Para acompañar esta idea, Bauer citó las palabras de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la gran celebrada por haber impulsado la creación del parque. "Si uno de esos niños, niñas, descubre su vocación y se dedica al desarrollo de la ciencia y de la industria nacional, todo esto tiene sentido", recordó emocionado quien fue parte del germen de este proyecto.
A su turno, Cafiero destacó que "Cristina sabía muy bien que hablarle a los argentinos después del Bicentenario era sembrar un hito de la cultura, la ciencia y la tecnología, porque ahí es donde se iba a jugar la soberanía de nuestro país. Lo que yo no sé si Cristina sabía es que Tecnópolis iba a ser testimonio de la Argentina".
Las palabras de Cafiero refieren al recorrido histórico de Tecnópolis bajo distintos signos políticos desde su inauguración: si Tecnópolis fue la culminación del Bicentenario que hizo de un enorme barral un emblema de arte, ciencia y tecnología al que accedieron de forma gratuita más de 30 millones de personas.
Con el macrismo Tecnópolis no cerró pero fue desfinanciado, tanto que con la presidencia de Alberto Fernández se encontró un gran deterioro y emblemas destruidos, como lo sintetizaron las imágenes de los muñecos de Zamba y San Martín.
María Rosenfeldt, directora del predio, subió al escenario en dupla con el primer director, Javier Grosman, y sostuvo que "Tecnópolis es el reflejo de lo que nos pasa como sociedad".
Cuando comenzó su gestión, en diciembre de 2019, pensó el "parque como la reconstrucción de la Argentina" y el desafío, después de la pandemia, será desplegar "una perspectiva de géneros y sostenibilidad", ya que Tecnópolis es un "proyecto cultural, público y revolucionario que logró plasmar nuestra identidad nacional a través del arte, la ciencia y la tecnología".
"El cuidado se volvió parte del quehacer de Tecnópolis", agregó Rosenfeldt en referencia a la crisis sanitaria que hizo que al comienzo el predio funcionara como centro de internación de pacientes leves de Covid-19; que con el verano y el descenso de los contagios ofreciera una programación con reserva previa al aire libre de eventos artísticos; y que ahora funcionara como vacunatorio, por el que ya pasaron más de 50 mil bonaerenses.
En este punto, Cafiero concluyó que "Tecnópolis también se adaptó al tiempo que nos tocó vivir" y que "empieza ahora otra etapa: veía una frase que a mí me significaba mucho y que es 'Vuelve Tecnópolis' -señaló-. Yo la quiero encadenar: hay vacunas, por eso vuelve Tecnópolis y vuelve el futuro".