Era personal de salud del Santojanni. Asegura que nunca le dieron los resultados del hisopado que se hizo su hermana y que esperó varias horas por una cama.
La historia de María Castellón, la enfermera de 34 años, que murió por coronavirus a pesar de tener las dos dosis de la vacuna Sputnik V conmocionó a sus compañeros del Hospital Santojanni. Sin embargo, Lizet Castellón, hermana de María, denuncia que no la quisieron atender cuando fue a la guardia de ese centro de salud.
“Mi hermana se sentía mal y fue la guardia del Santojanni en donde no la quisieron atender, le dijeron que no había cama. La hicieron esperar tres horas para decirle que se vaya a atender a través de su obra social”, explicó Lizet . La mujer cuenta que María se hizo un hisopado apenas sintió los primeros síntomas y que le dio negativo. Como empezó con problemas respiratorios volvió a ir a la guardia en donde le hicieron otro hisopado cuyo resultado nunca recibieron.
Después de la negativa del Santojanni, María se fue en un auto particular a la guardia del Hospital Méndez. “No podía caminar y entró ahí en silla de ruedas. Tenía dificultades para respirar y no sabían si tenía covid porque no teníamos el resultado”, dijo Lizet. María murió el viernes pasado por una insuficiencia respiratoria aguda, según el acta de defunción.
“Pedí que me dijeran si era covid positivo porque necesitaba saber, me lo pedía la cochería. El doctor que me atendió me dijo que me iba a llamar, pero nunca salió el resultado”, explica Lizet. Sin embargo, cuando fue a retirar el cuerpo a la cochería le dijeron que no la podía velar porque su hermana había fallecido por coronavirus.
Ahora Lizet busca difundir la situación de su hermana para concientizar sobre el horror de la pandemia. “No es justo que no les atiendan en el hospital. Mi hermana ya está muerta, pero ojalá que si otra enfermera se enferma la atiendan en donde ella trabaja. Ella merecía atenderse en donde trabajaba. Ella no tenía por qué esperar tres o cuatro horas para que le hagan un diagnóstico”, dijo.
A Castellón la habían contratado el año pasado como refuerzo en la sala COVID para los francos y los fines de semana. Ya se había contagiado y había recibido la segunda dosis de Sputnik V los primeros días de abril. El director del centro de salud Federico Charabora explicó que la mujer estaba de licencia desde hace dos meses porque tenía fractura de antebrazo.