El mandatario volvió a remarcar que en la Argentina "no hay detenidos sin causa". En medio de la interna oficialista, pidió "evitar caer en un debate innecesario".
El presidente Alberto Fernández remarcó su postura sobre el debate que generó una grieta impensada en el oficialismo: los "presos políticos". "El detenido político es el que está a disposición del Poder Ejecutivo y sin causa. Yo no tengo ningún preso sin causa", expresó buscando bajar la tensión.
En medio de los cruces, el Presidente reiteró su postura para calmar un debate que llevó a funcionarios, ministros y referentes del Frente de Todos a posiciones encontradas. "Me molesta que digan que tengo presos políticos, porque no los tengo", manifestó.
"Durante cuatro años cuestioné los procedimientos judiciales y las detenciones arbitrarias de la Justicia, cuando todos los que hoy ponen el grito en el cielo se callaban", destacó en diálogo con radio Continental. Tras recordar que visitó a Milagro Sala el 31 de diciembre de 2016 en medio de su detención, sostuvo que le puso "nombre y apellido a los jueces que con sus doctrinas institucionalizaron el encarcelamiento preventivo de un modo desmedido sin que exista sentencia definitiva".
Claramente molesto por la renovada grieta que atraviesa el Frente de Todos por los presos políticos, se preguntó: "¿Que parte no entienden? Francamente no entiendo en el lugar que me quieren poner". Y repitió que es el Poder Judicial el que debe resolver sobre los exfuncionarios kirchneristas presos: "No está en mis manos".
Luego bajó un mensaje dirigido a sus compañeros de espacio político para evitar nuevas confrontaciones en torno al tema: "No seamos tontos, nos están haciendo discutir un tema en el que no estamos en desacuerdo. Nos quieren dividir y no estamos divididos", indicó para luego pedir prudencia ya que "en el exterior pueden pensar que nuestro Gobierno está deteniendo gente sin causa".
La polémica resurgió en el seno del Frente de Todos luego de que el jefe de Gabiente, Santiago Cafiero, afirmara en línea con Alberto Fernández que en el país no hay presos políticos, pero sí detenciones arbitrarias. Casi al unísono la ministra de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta; el exministro de Planificación, Julio De Vido y hasta el gobernador bonaerense salieron a afirmar que en la Argentina hay presos políticos.
Mientras que funcionarios del Gabinete como el Canciller Felipe Solá y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, alzaron la voz para defender el argumento albertista: "Hay casos de encarcelamiento que no se justifican jurídicamente, pero eso no quiere decir que haya presos políticos".