En diálogo con Crónica HD, Joan Pons Laplana sostuvo que los primeros resultados muestran que "es segura". "Todos los voluntarios han producido una respuesta inmunitaria muy buena", destacó.
Joan Pons Laplana, un trabajador de la salud español que trabaja en Inglaterra, es una de los miles de personas que se vacunaron en la fase 3 de la prueba para conocer la efectividad de la vacuna contra el coronavirus de la Universidad de Oxford.
En diálogo con Crónica HD, destacó que se convirtió en voluntario porque "es la única forma de probar que la vacuna funciona". "Según los primeros resultados se sabe que la vacuna es segura. Todos los voluntarios han producido una respuesta inmunitaria muy buena", señaló Pons.
Contó que le inyectaron una solo dosis, pero los especialistas están analizando si algunos pacientes requieren dos para generar anticuerpos ante el SARS-CoV-2. "Lo que es clave, y es lo que se está estudiando ahora, es cuánto dura la inmunización frente al COVID-19", apuntó.
Por otra parte, sostuvo que "las primeras dosis podrían estar en noviembre" y estarían destinadas para "personas mayores de 65, con enfermedades crónicas y para trabajadores los trabajadores de la salud, que se enfrentan todos los días al virus".
La vacuna contra el coronavirus de Rusia
El anuncio del gobierno ruso sobre el patentamiento de la primera vacuna contra el coronavirus generó un revuelo a nivel mundial. Aunque en muchos países la noticia fue muy celebrada, en otros, sobre todo en las potencias occidentales, no cayó nada bien y optaron por criticar el procedimiento seguido para lograr la droga, ya que se salteraron la fase 3, una etapa clave para medir la efectividad de la vacuna.
En este sentido, Pons Laplana expresó: "Si me ofrecen la vacuna de Rusia no me la pongo. Se saltearon la fase 3 y no testearon a miles de personas para miles de personas".