Se estima que las subvenciones y los préstamos acordados ayudarán al bloque a contrarrestar los efectos de la recesión a causa del covid-19.
Líderes europeos acuerdan el plan de recuperación económica tras la pandemia El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte (izquierda), y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en la cumbre de la UE en Bruselas, 20 de julio de 2020
Líderes de los países de la Unión Europea han aprobado este martes por la mañana un paquete de recuperación económica para hacer frente al impacto de la pandemia del nuevo coronavirus, y han acordado destinar a la lucha contra la recesión a causa del covid-19 unos 750.000 millones de euros (alrededor de 859.000 millones de dólares) en subvenciones y préstamos.
La cumbre entre las 27 naciones comenzó el viernes y debía terminar el sábado, pero las profundas diferencias ideológicas entre líderes forzaron a ampliar las conversaciones, que finalmente convirtieron la reunión en una de las más largas de la historia de la UE.
Las negociaciones enfrentaban a un grupo cinco países norteños acomodados —Países Bajos, Austria, Dinamarca, Suecia y Finlandia— contra los países sureños más afectados por la pandemia, respaldados por las influyentes Francia y Alemania.
El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, intentaba limitar costes e imponer estrictas garantías de reformas, por lo que afrontó críticas del presidente francés Emmanuel Macron, Italia y Hungría.
La pandemia sumió a la UE en una caída en picado, causando la muerte de alrededor de 135.000 ciudadanos y predicciones de que la economía del bloque podría contraerse un 8,3 % este año.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, propuso un fondo de 750.000 millones de euros, basado en parte en un mecanismo de préstamos comunitarios, para conceder créditos y ayuda a las naciones más necesitadas. La cifra sería adicional al presupuesto de un billón de euros para siete años, sobre el que los líderes habían estado forcejeando incluso antes de que el covid-19 golpeara el continente.
El salto histórico hacia la mayor integración de la Unión consiste en que todos los Estados miembros, incluidos los más reacios, han aceptado finalmente que la comisión emita deuda común garantizada por el presupuesto de la UE. Para ello, la balanza entre transferencias y créditos ha variado como concesión a los países 'frugales': las aportaciones a fondo perdido disminuyen desde los 500.000 hasta los 390.000 millones de euros, mientras que los créditos han aumentado de 250.000 a 360.000 millones.
España e Italia consiguen parte de sus pretensiones
España, uno de los tres países más afectado por esta crisis, junto con Italia y Francia, ha sido uno de los grandes beneficiarios del acuerdo alcanzado finalmente esta madrugada. Recibirá 140.000 millones de euros, de los que 72.700 serán en forma de transferencias. El presidente español, Pedro Sánchez, ha calificado el acuerdo alcanzado como "un auténtico plan Marshall" que supone una respuesta centrada en "las transformaciones necesarias para lograr una economía más resilente, verde, digital e inclusiva.
Por su parte, Italia percibirá 208.000 millones de euros: 81.400 de transferencias (tan solo 400 millones menos que la propuesta de la Comisión) y 127.400 de préstamos. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha dicho que el plan "es ambicioso y adecuado" y ha considerado la jornada "histórica para Europa y para Italia".