Los 172 participantes de la competencia en China fueron sorprendidos por el clima extremo. Las sanciones administrativas cayeron sobre 27 funcionarios. En medio de la investigación un secretario del partido comunista saltó de su edificio.
Los fuertes vientos, el granizo y la lluvia helada golpearon a los deportistas en una ultramaratón de 100 kilómetros en la provincia de Gansu, China.
La carrera se detuvo cuando algunos de los 172 corredores desaparecieron y comenzó una operación de rescate.
Los hechos
La desafortunada competición tuvo lugar en Yellow River Stone Forest, un sitio turístico de la provincia de Gansu, el sábado 22 de mayo.
Los corredores partieron a las 09:00 hora local (01:00 GMT), y algunos estaban equipados únicamente con pantalones cortos y camisetas.
Los participantes que sobrevivieron dijeron que el pronóstico del tiempo había predicho algo de viento y lluvia, pero nada tan extremo como lo que debieron enfrentar.
Aproximadamente tres horas después del inicio, una sección montañosa de la carrera fue golpeada por granizo, fuertes lluvias y vendavales, lo que provocó que las temperaturas cayeran en picada, según dijeron funcionarios de la cercana ciudad de Baiyin.
Reportes locales señalan que muchos de los corredores perdieron el rumbo debido a que el clima afectó la visibilidad.
Más de 1.000 rescatistas fueron desplegados y asistidos por drones de imágenes térmicas y radares, según indican los medios estatales; sin embargo, las autoridades locales fueron criticadas severamente por perder un tiempo valioso para las víctimas.
La operación de rescate se extendió durante la noche del sábado hasta el domingo por la mañana, momento en el cual un nuevo descenso de la temperatura dificultó aún más la búsqueda, informó la agencia de noticias china Xinhua.
Las consecuencias
Las muertes ocasionaron indignación pública en las redes sociales. Las críticas apuntaron principalmente al gobierno municipal de Baiyin y a la falta de planificación de contingencia.
A pesar de que los funcionarios que organizaron la carrera proporcionaron pocos detalles sobre lo sucedido y tardaron en hacer pública la lista de los muertos, la investigación que llevó a cabo la justicia concluyó con sanciones a 27 funcionarios por la muerte de los corredores.
El gobierno central de China y sus medios de comunicación estatales denunciaron que los funcionarios locales antepusieron las ganancias a la seguridad de los deportistas.
Según el informe emitido por la provincia, las autoridades consideraron que hubo una falta de planificación adecuada para el evento. También, se detectaron serias faltas en la respuesta una vez que las condiciones climáticas se deterioraron drásticamente durante la carrera del 22 de mayo.
Como consecuencia del desastre, las autoridades chinas suspendieron además todos los eventos deportivos de alto riesgo que carecen de una supervisión clara, reglas y estándares de seguridad. Además ordenó la creación de una entidad que se encargue de dicha función.
Los deportes suspendidos incluyen trail running, trekking por el desierto, vuelo con traje de alas y las carreras de larga distancia, según se informó a través de un comunicado de la Administración General de Deportes de China; sin embargo, no está claro cuánto tiempo permanecerá vigente esta prohibición.
Una muerte más
Un funcionario del condado chino aparentemente se suicidó dando un salto al vacío durante la investigación sobre la muerte de 21 corredores.
El CCTV informó que Li Zuobi, secretario del Partido Comunista del condado de Jingtai, saltó por la ventana de su departamento; sin embargo, según Reuters, los medios estatales informaron que la policía descartó el homicidio pero no aclararon si su muerte está relacionada con la ultramaratón.
Según la Asociación Atlética de China, en 2019 se llevaron a cabo 481 carreras de trail y 25 ultramaratones.