El escenario en la ciudad es tan caótico que ya se arman certificados de defunción en los domicilios de las víctimas.
En medio de un escenario desesperante, las autoridades sanitarias brasileñas han comenzado a organizar los traslados de decenas de bebés prematuros hospitalizados en la ciudad de Manaos hacia otros estados ante el colapso hospitalario y la falta de botellas de oxígeno por un rebrote de coronavirus.
Los recién nacidos viajarán acompañados por sus madres hacia los estados de Maranhao, Paraná, Minas Gerais y San Pablo, donde serán nuevamente hospitalizados. Junto a ellos irán otros 235 pacientes. // Llegó el vuelo de Aerolíneas Argentinas con la segunda tanda de las vacunas rusas
Según al Ministerio de Salud, la capital del estado de Amazonas consiguió botellas de oxígeno para los niños solo por un período de 48 horas. Sin embargo, la principal dificultad es la de conseguir que lleguen periódicamente pedidos de este gas al Amazonas por su dificultad para el transporte.
Las botellas de oxígeno son vitales para los tratamientos de los pacientes más graves de Covid-19, y la escasez de éste ha desatado el caos en la región en la que el viernes fallecieron 113 personas por la enfermedad.
El gobierno federal y ejecutivos regionales, como el de San Pablo, están organizando el envío de ayuda a Manaos, que ha impuesto un toque de queda de diez días para tratar de contener la propagación de la pandemia.
Por su parte, Venezuela anunció un primer envío de dos camiones con botellas de oxígeno al que le seguirá al menos otro más con recipientes usados que serán rellenados en Brasil.
El canciller del régimen chavista Jorge Arreaza aclaró en una entrevista con CNN Brasil que no hay una decisión sobre si será una donación o se exigirá un tipo de contraprestación, pero que “lo importante” es que el oxígeno llegue.
Arreaza lamentó que los problemas diplomáticos entre los dos países dificulten el envío de ayuda. Aunque al mismo tiempo pidió que la colaboración venezolana “sirva de reflejo a las autoridades brasileñas” para retomar relaciones que “permitan la colaboración mutua entre hermanos”.
Esta oferta venezolana fue agradecida por el expresidente brasileño Lula da Silva, quien en su perfil de Twitter calificó la situación de Manaos como “una tragedia humana sin precedentes en su historia”.
Certificados de defunción a domicilio
Más de mil personas han sido enterradas durante la última semana en Manaos, donde la cifra de muertos en sus propias casas también ha empezado a crecer. Mientras tanto, las familias hacen fila para conseguir un certificado que permita darles sepultura.
Para ayudar un poco a sobrellevar la situación, un equipo de técnicos en necrología y patología visitan diariamente en cualquier punto de la ciudad los hogares donde se han registrado decesos por síntomas de coronavirus para agilizar el certificado de defunción.
“Esta semana hubo un aumento muy grande de muertes en los domicilios. Lo que se hacía en todo un mes, ahora se hace en una semana”, aseguró Arlindo França, director del Centro de Emisión de Certificados de Defunción (Cedo por sus siglas en portugués) de la Secretaría Municipal de Salud.
Aunque los fallecimientos se registran en toda la ciudad, buena parte de los casos se da en familias de escasos recursos que viven en condiciones precarias y que solo cuentan con el sistema de salud pública al que no pueden acceder por la crisis.