El derrame minero pone en peligro la salud de muchas familias salteñas. Hay una gran incertidumbre en el norte.
En los últimos días, el derrame minero ocurrido en Bolivia despertó la preocupación de muchos especialistas. La contaminación afectó a gran parte del río Pilcomayo y esto pondría en riesgo la salud de muchos salteños. Pese a la gravedad de los hechos, Luis María de la Cruz, administrador del Sistema de Monitoreo y Alerta Participativo de la Cuenca, minimizó la situación
"Sin dudas, los gobiernos deben hacer las demandas correspondientes y Bolivia deberá mejorar su sistema de certificación y control de estas presas. Este caso sirve para llamar la atención.
"El accidente ocurrió y se debe a fallas de construcción del dique de colas; pero lo que derramó no se puede comparar con los accidentes de grandes mineras que hubo en 1996 y en 2014, cuyos derrames fueron tremendos y no se los controló enseguida, como ocurre ahora. Sin menospreciar la importancia de monitoreo la situación, es necesario aclarar que el Pilcomayo siempre tiene niveles elevados de algún metal pesado. Si no es boro, es plomo, arsénico o algún otro. Todos los estudios de calidad de agua que hizo la Trinacional desde 2007 lo muestran", aclaró.
"Tomar medidas exageradas como las que sugiere el gobierno de la provincia, sólo alimenta el temor de la población ante un fenómeno que no se sabe si llegará a impactar sobre el río y que, de hecho, aún no se tiene ninguna información cierta", finalizó.