Es el país con mayor tasa de contagios de Sudamérica, con más de 3.163 personas infectadas
QUITO, Ecuador.- Con tono dramático y desde un lugar no identificado, el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, ordenó ayer, por cadena nacional, que se transparente la información, “por dolorosa que sea”. Advirtió, además, que el coronavirus podría provocar entre 2.500 y 3.500 muertos en Guayas, la provincia del epicentro de la pandemia, y extendió hasta el 12 de abril las restricciones laborales.
Lo hizo un día después de que estallaron las noticias sobre cadáveres abandonados en las calles y de familias que no pueden enterrar a sus seres queridos porque las funerarias no dan abasto.
Desde que reportó su primer caso, el 29 de febrero, Ecuador se convirtió rápidamente en el país con mayor tasa de infectados y muertos en Sudamérica, con 120 fallecidos -22 solo en las últimas horas-, 3.302 casos confirmados, según el Ministerio de Salud.
Estos datos suponen un repunte del 22% en los fallecidos y de un 14,6% en los contagios, con respecto al parte del miércoles.
Desde el lunes, las restricciones variarán según el nivel de alerta -rojo, naranja o verde- de cada provincia, precisó el mandatario en Twitter. Las clases seguirán suspendidas abril, al igual que el transporte de pasajeros internacional e interprovincial.
“Se mantiene la prohibición de circulación de personas naturales entre provincias todo el mes de abril”, agregó el gobernante y aseguró la vigencia de los permisos y salvoconductos para garantizar los servicios básicos y esenciales. Los eventos masivos y espectáculos públicos continuarán suspendidos todo abril y mayo.
La provincia costera del Guayas, en el suroeste del país, es la más afectada por la enfermedad, seguida por la de Pichincha, cuya capital es Quito. El Gobierno tomó medidas tempranas, pero dejó librado a la decisión de los gobernadores y alcaldes los niveles de restricción de circulación. La diferente curva de contagio entre Pichincha y Guayas demuestra el impacto que tuvieron las medidas más estrictas en Quito y la laxitud de Guayaquil, donde continuaron los eventos masivos, aún cuando el brote ya era público.
En Guayaquil, los hospitales no tienen camas y las morgues no alcanzan a albergar cuerpos que esperan días en casas, calles, camiones, hospitales, clínicas privadas y cementerios privados, según el diario “El Expreso”.
Hace días que no se sabe dónde está el Presidente, un hombre de 67 años, con una salud frágil y un liderazgo político aún más delicado, después de la explosión de protestas del año pasado.
El gobernador de Guayas, Pedro Pablo Duart, le pidió al Comité de Operaciones de Emergencia Nacional que declare un toque de queda total. (Télam)