Hace exactamente dos años, durante una abarrotada rueda de prensa que hoy parecería imposible, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaraba que el COVID-19 era una pandemia.
Los casos de un nuevo coronavirus que había comenzado en China empezaban a multiplicarse en prácticamente todo el mundo. Poco se sabía por entonces del virus, más allá de su gran capacidad de transmisión.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió actuar y declarar la pandemia de COVID-19. Después, los tapabocas, distancia y medidas de higiene y seguridad personal se convirtieron en imprescindibles en todo el mundo. Dos años después, aún siguen presentes en algunos territorios. Algunos países, tras estos dos años de medidas, ya han acabado con todo tipo de restricciones relacionadas con el coroanvirus. En Argentina, en cambio, algunas siguen vigentes, como la utilización de tapabocas en interiores de espacios públicos y privados.
Sin embargo el alivio a la situación y el camino de salida lo trajeron las campañas de vacunación, hecho fundamental para detener la propagación y efecto nocivo del virus.
Aunque desde la OMS aseguran que debido a las medidas de salud pública “sin precedentes” y el “extraordinariamente rápido desarrollo y distribución de vacunas” muchas partes del mundo han podido controlar el esparcimiento del coronavirus. Pero esa realidad corresponde solo a un grupo de países.
“La distribución de vacunas es todavía escandalosamente desigual, y aunque 1.500 millones de dosis se producen cada mes, cerca de 3.000 millones de personas aún están esperando su primera dosis”, argumentaron.
Además, estimaron que esta desigualdad aumenta las posibilidades de “más variantes, más confinamientos y más dolor y sacrificios en cada país” e hecieron un llamado al mundo a “poner fin a este triste capítulo en la historia de la humanidad de una vez por todas”.
Los casos
En dos años, se registraron 450.658.161 millones de casos y murieron 6.020.074 personas. En el planeta se administraron 10.633.960.470 vacunas (según datos de la Universidad Johns Hopkins). Europa fue el continente más golpeado: casi 185 millones de casos confirmados, mientras que América (que con Estados Unidos y Brasil reúne a dos de los países más afectados) "solo" presentó 150 millones. El sudeste Asiático sobrepasó los 56 millones de enfermos; el Pacífico Occidental llegó a los 30 millones; Asia Menor 21,3 millones y África, 8,46 millones.
Es más probable que el bajo índice africano se atribuya a la escasez de datos oficiales y no a una inmunidad especial de la población continental.
El caso americano no deja de ser llamativo. Hasta hoy, Estados Unidos sigue encabezando la lista como el país más castigado por el Covid-19, ya que a la fecha suma 80,8 millones de positivos confirmados.
En cuanto a Europa, de los 47 países que integran el Viejo Continente, los que registran mayor cantidad de casos acumulados son Francia 22,9 M), Reino Unido (19,7 M), Rusia (16,7 M), Alemania (15,37) e Italia (12,9). España, que al principio tanto nos hizo sufrir, parece finalmente comenzó a controlar la situación sanitaria desbocada (11,07 M).
Cuando se observa el tendal de muertes que dejó a su paso el coronavirus, EEUU vuelve a encabezar la estadística (casi 982 mil), pero tras él India y Brasil intercambian posiciones. No es India (515 mil) el segundo país con mayor cantidad de muertes sino Brasil, nuestro vecino (651 mil). Cuando la pandemia cumplía su primer año de vida, Brasil sobrepasaba los 11 millones de casos y se encaminaba a ocupar el triste segundo puesto mundial, tras EE.UU.
Hoy, Brasil es el tercer país en cantidad de casos, tras Estados Unidos, y el segundo puesto en cantidad de contagios lo ocupa India (42,95 M).
Argentina acumula hasta la fecha 8.955.458 infectados desde que comenzó la pandemia. Murieron 126.955 personas. Detrás de Brasil, nuestro país ocupa el segundo entre los hispanoparlantes en cantidad de casos.
Nos siguen Colombia (6,03 M), México (5,58 M) y Perú (3,52 M), Chile (3,21 M), Cuba (1,07 M), Bolivia (896 mil), Uruguay (857 mil) y Ecuador (842 mil).
Al cumplirse el primer año de convivencia con el coronavirus, el 11 de marzo del 2021, Chile con un promedio de 1,08 cada 100 mil habitantes, lideraba el ranking mundial de velocidad de inoculación, aventajando a Israel, que el mundo entero aplaudía entonces como modelo tecnológico y sanitario a seguir.
Pandemia argentina
La cifra récord de contagios en Argentina desde el inicio de la pandemia se dio el 7 de enero de este año, con 110.533 positivos en un solo día.
Según fuentes no-oficiales, en cambio, ese récord sucedió el 14 de enero pasado, con 139.853 contagios reportados. Según esa misma fuente, en estos dos últimos años, el peor día fue el 22 de junio de 2021, cuando fallecieron 792 personas en 24 horas.
La cuarentena nacional, desde el 20 de marzo hasta el 9 de noviembre de 2020, dejó un tendal de quebrantos económicos.
El encierro prolongado (aislamiento social de 232 días), la mala alimentación, la precarización económica, la prohibición de hacer actividad física en espacios abiertos, y la nula socialización de niños, adolescentes, adultos y mayores llevó a muchos a la depresión y el colapso inmunológico. Hubo testeos, pero durante el primer año de la enfermedad fueron muy insuficientes. Ahora, en cambio, son ágiles y más accesibles (se realizaron 34.641.140 en total).
También hubo rastreos, pero llegaron tarde y no impidieron que los primeros en caer fueran los barrios más vulnerables, con escasez de agua corriente y de todo lo necesario para ganarle la batalla al virus invisible.