El presidente Luis Lacalle Pou tiene tiempo hasta el domingo para definir los pasos a seguir, ya que vence la medida vigente. De confirmarse, los argentinos podrían volver a copar sus playas en febrero.
El Gobierno de Uruguay podría autorizar la apertura de fronteras internacionales a partir de este lunes. El presidente Luis Lacalle Pou se reunirá este miércoles con funcionarios de su gabinete para definir los pasos a seguir frente al vencimiento de la medida que impuso el cierre de las mismas.
Según consignó el medio local El País, la decisión tiene en vilo a las localidades turísticas, ya que si se confirma la apertura miles de argentinos que este año no pudieron despedir el año en el país vecino, serían habilitados a cruzar el Río de la Plata para poder vacacionar allí en febrero. Lo mismo sucedería con el resto de los extranjeros.
Uruguay cerró las fronteras el 21 de diciembre para frenar los contagios de coronavirus y la medida se extendió el 6 de enero. Los representantes del sector turístico, que resultó ser uno de los más golpeados por las medidas restrictivas, tienen la esperanza de que el Ejecutivo anuncie un nuevo ajuste de las llamadas “perillas” de la pandemia, y vuelva a permitir el ingreso de viajeros de otros países.
“La frontera cerrada a Maldonado lo arruinó”, aseguró al medio uruguayo el diputado Sebastián Cal, que asegura entender al gobierno y acompañar la estrategia, pero advierte que no se puede descuidar la parte económica porque “puede hacer mucho daño al país”.
La reunión del Consejo de Ministros con la máxima autoridad del país se espera para esta tarde. Allí, se evaluará el impacto del COVID-19 durante el primer mes de 2021 y se determinará si se modifican o no las medidas vigentes.
Según adelantaron fuentes oficiales al medio uruguayo, el gobierno estaría dispuesto a ajustar las “perillas”, ya que los informes sobre la circulación del virus muestran que la situación de diciembre mejoró. Pero el mandatario uruguayo le habría confiado a su círculo íntimo que para él es importante no dar señales contradictorias que puedan ser tomadas por la población como un “relajamiento” de las medidas de protección -como sucedió en la Argentina- y autoaislamiento, que tan bien le resultaron al país durante los primeros meses de gestión de la pandemia.
Esto significaría que las fronteras terrestres, marítimas y aéreas continuarían cerradas. El mayor temor de Lacalle Pou -si se abren las fronteras- es la llegada de turistas “en malón”, lo cual quiere evitar, según confirmaron las fuentes. Por este motivo, estarían buscando realizar una apertura progresiva: primero, volver al escenario de diciembre y dejar ingresar a uruguayos que viven en el exterior, así como a personas con residencia uruguaya; más adelante, podría considerarse una apertura total.
Asimismo, una fuente indicó al medio uruguayo que se está analizando también exigir mayores medidas preventivas a las personas que quieran ingresar al país, y que estén comprendidas dentro de las excepciones, como uruguayos y personas con residencia.
El cierre estricto de fronteras fue votado por el Parlamento uruguayo el 6 de enero pasado y vence el 31 de este mes. Por este motivo, antes del próximo domingo el Gobierno tiene que tomar una determinación para llegar a tiempo en el caso de tener que enviar un nuevo proyecto de ley al Poder Legislativo.
Del total de viajeros que arribaron entre julio y diciembre pasado al Aeropuerto de Carrasco, el 99,96% (37.356 personas) dieron negativo en el test de coronavirus. Solo a 16 pasajeros se les confirmó la enfermedad, según datos de este medio. Pese a que las cifras son positivas, la mayor preocupación de Lacalle Pou estaría en la frontera con Brasil, donde circula una nueva cepa, y en el cruce en barco desde Argentina.